Imágenes como la que encabeza este artículo, un lazo corredizo de alambre anclado a un árbol esperando a su próxima víctima, son comunes en numerosas partes del mundo. Quizás cambien los métodos de captura (en Zimbabue, por ejemplo, matan a los elefantes envenenando las charcas y salinas con cianuro), el color de piel de sus protagonistas, su cultura o el beneficio que obtienen, pero el resultado es más o menos el mismo: la condena de especies animales tales como el rinoceronte o el tigre a la extinción.

Este es el triste final de muchos animales que mueren a manos de los cazadores furtivos y que, una vez descuartizados, son vendidos en mercados locales como souvenir o carne o exportados ilegalmente a través de lucrativas rutas de contrabando a países como Vietnam, donde el cuerno de rinoceronte blanco pulverizado supera en precio a la cocaína y es empleado para fines tan dispares como consumirlo disuelto en whisky escocés para cerrar un negocio o como medicina tradicional para curar el cáncer o la resaca.

Desde hace algunos años, la tecnología intenta poner coto a estas prácticas de caza ilegal y cada vez son más los drones que sobrevuelan las áreas naturales o el uso de novedosas técnicas como la inteligencia artificial, que permitirá ir un paso por delante de los cazadores. Dentro de esta categoría se pueden incluir también herramientas como SMART (Spatial Monitoring and Reporting Tool, en español Herramienta de Monitoreo e Información Espacial), un programa de software diseñado para mejorar la protección de las zonas protegidas de cualquier parte del mundo evitando el desarrollo de actividades ilegales a través del monitoreo, evaluación y manejo adaptativo de las acciones de vigilancia de las patrullas de guardabosques o rangers, profesionales que constituyen la vanguardia en la lucha contra las actividades ilícitas y que en ocasiones terminan siendo víctimas del conflicto.

Esta iniciativa, en la que colaboran organismos y asociaciones tales como CITES, WWF o Wildlife Conservation Society, funciona siguiendo este esquema:

Esta metodología permite empoderar y motivar al personal de vigilancia de las áreas naturales, mejorando la gestión y revisión de la información que recopilan durante su labor, datos clave para analizar las amenazas existentes y la respuesta frente a ellas.

De igual forma, SMART aporta numerosos beneficios tales como:

  • Permite a los administradores de la zona protegida preparar planes de trabajo, establecer objetivos y desempeñar las actividades de control de una forma sencilla.
  • Alimenta un sistema de información continuo en el que se integran datos de numerosas fuentes que permiten obtener una imagen más amplia y completa de las actividades ilegales y las personas involucradas.
  • Posibilita el seguimiento de los procedimientos judiciales y administrativos derivados de las acciones de control.
  • Mejora la presentación de informes para una correcta interpretación de los datos.
  • Facilita el uso de idiomas locales.
  • Compatibiliza su utilización con múltiples sistemas de recogida de datos y dispositivos GPS.
  • Asegura la capacitación y asistencia técnica.
  • Permite su adaptación a las necesidades de las distintas organizaciones al tratarse de un software abierto y libre.
  • Ofrece un foro de apoyo.

En el siguiente vídeo puedes observar algunas de las funcionalidades que ofrece esta herramienta y el enfoque en torno al cual está diseñada.

Imagen: IFAW CC BY-NC 2.0

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Técnico de medio ambiente, community manager y content curator especializada en temas de medioambiente - Environmental technician, community manager and content curator specialised in environmental issues